Susín

Situado a 1 065 metros de altitud sobre la tierra de Biescas en una ladera noroccidental del monte Oturia  se encuentra Susín, una de las puertas de entrada a los pueblos del Sobrepuerto.

Vista de Susín desde el interior de la ermita.

Actualmente en  Susín nos encontramos dos casas (décadas atrás contó con una tercera vivienda, Casa Caneles hoy ya desaparecida)

Casa Mallau: antigua casa fortaleza de los siglo X-XI ampliada en el siglo XVII. Es un ejemplo de casa patio con corral, gallineros, pajares y otros anexos integrados en el entorno de la vivienda.

Casa Ramón: casa bloque con los anexos separados de la vivienda construida en 1875.
 

Junto a estas dos casas, en el centro del casco urbano nos encontramos con la herrería.

Símbolos en el ábside de la Iglesia

Destaca la Iglesia parroquial de Santa Eulalia de Mérida, declarada bien de interés cultural, pertenece al conjunto de iglesias del Serrablo. Presenta unos característicos arcos ciegos y friso de baquetones. En algunos de sus sillares aparecen bajorrelieves de tradición hispano-visigoda, pero su elemento más significativo en la preciosa ventana ajimezada abierta en el muro meridional. En el interior del ábside nos encontramos con pinturas murales fechadas en el siglo XII, hoy en el Museo de Jaca.

Iglesia Parroquial de Santa Eulalia

A 200 metros se encuentra la ermita de la virgen de las Eras, construcción popular de nave rectangular y cabecera plana.

Religada en el interior de la iglesia

En el año 1920 había 24 habitantes, cuarenta años más tarde tan solo 13. En el año 1966 quedó despoblado, aunque sus puertas nunca se cerraron para siempre.

Casa Mallau

La fiesta mayor es el 15 de Agosto, día de la Asunción y la fiesta pequeña el 10 de Diciembre. El último sábado o domingo de mayo se realizaba la romería a la Virgen de las Eras.

A la Izquierda Casa Ramón a la derecha Casa Mallau

Al fondo Casa Ramón

 

No puedo acabar  sin mencionar un nombre al que Susín siempre estará ligado; Angelines. Durante años creyó y trabajó incesantemente por la restauración de Susín. Sin duda una gran guardiana de sus raíces, de sus montañas y de su pueblo, con un compromiso moral del que mucho deberíamos aprender.