Jarlata es una localidad situada a 861 metros de altitud, en
la Val Estrecha al pie de los Capitiellos.
La historia de esta escuela comienza en 1919,
cuando los amos de las 6 casas que junto con la abadía conformaban el núcleo decidieron
poner en práctica un proyecto largamente soñado y madurado: la construcción de
un edificio escolar que evitara el desplazamiento de los chicos hasta Navasa
(población situada a 4 kilómetros)
Parece ser que el solar lo aportó la familia de casa Fraile.
Los gastos y la manutención de albañiles y carpinteros se sufragaron entre las
casas: Saras, Fraile, Galindo y Mateu. Las piedras se obtuvieron de los muros
desmoronados de casa Champardo.
El edificio se componía de un amplio recinto en la planta
baja bien iluminado, dos pizarras, la mesa del maestro y varias hileras de
pupitres separados por una estufa que alimentaban con la leña de sus casas los
escolares cada mañana.
Justo encima estaba la casa del maestro que disponía de agua
corriente y de servicios, algo poco común en aquellos años.
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Llegaban niños de Sasal, de la pardina de Frauca y de la
casilla de la estación de RENFE en el término de Navasa. En la escuela llegó
haber 28 estudiantes.
En los primeros tiempos de esta escuela y fruto de la sociedad de aquel momento los maestros gozaban de mayor
prestigio que las maestras y eran más requeridos. Este fue
el motivo de que dos niños de Navasa y uno de Abena estuvieran escolarizado en
Jarlata en lugar de en su pueblo que estaba regentado por maestras.
La escuela de Jarlata cerró sus puertas en el año 1965, actualemente se utiliza como lugar de reunión y celebración, especialmente para
la festividad de su patrón los días 5 y 6 de Septiembre.
Información extraída de “Escuelas el tiempo detenido” Autora del artículo
Encarnita Visus