martes, 29 de julio de 2014

Fiesta del Recuerdo Escartín

Desde  1998 los antiguos vecinos de Escartín junto con sus descendientes y amigos se reúnen en el pueblo el primer sábado de julio.

Escartín quedó deshabitado en el año 1966, contaba con 18 casa abiertas más la abadía y la escuela. Todavía se pueden contemplar edificios en pie, bordas y su iglesia (aunque realmente no aguantará mucho más al paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas). Paseando por sus calles, cerradas por las zarzas, observamos la arquitectura tradicional con sus chamineras desafiando el paso del tiempo y el gran trabajo que sus habitantes hicieron durante siglos para conservar caminos y campos de cultivo.

Los coches y las tiendas de campaña toman protagonismo este fin de semana. Mostrando una imagen de Escartín atípica
Es  la decimosexta vez que se celebra este encuentro, sin duda una fecha señalada y de reencuentro para sus vecinos.
Para acceder a Escartín se  puede ir a pie desde Bergua  (1h 30m) o bien por pista desde Olivan. La pista de 18 kilometros es solo apta para todo-terreno y aún así entraña zonas de peligro por su mal estado.
Muchos de los vecinos suben ya la noche del viernes y montan sus tiendas de campaña, otros lo hacen el sábado por la mañana.

Por un día Escartín se vuelve a llenar de vida
Aunque suene a broma el sábado por la mañana  tuvimos que hacer cola para llegar a Escartín. Algunos ganaderos  aprovecharon que subían a la fiesta  para subir las vacas, por lo que el camino estuvo de lo más transitado ese día.

 












     Camino de
    Escartín




Sobre las 13 horas se realizó una misa (que todavía se hace dentro de la iglesia aunque ya entraña un gran peligro) dedicada a los difuntos del lugar,  recordando a cada una de las casas y poniendo su nombre en una cartulina doblada que simula un tejado.
Posteriormente se realiza una comida en la que cada uno lleva su comida y  que da paso a numerosos relatos, recuerdos y vivencias que se amenizan con cantos y música.
Sin duda un día especial para sus vecinos y descendientes.

Bergua desde el camino Escartín





jueves, 17 de julio de 2014

Santa Orosia - Bergua

Un año más comienzan los preparativos, es día 24 y esta vez el tiempo no acompaña. Todo hace presagiar que mañana en el Puerto de Santa Orosia el agua seguirá cayendo sin cesar pero aún así y después de lo que nos ha costado poder estar aquí este día, estamos decididos a acudir.

Comenzamos a organizarnos, unos en coche y otros andando, convencidos de llegar al puerto haga el tiempo que haga. Este año nuestros guías no van a poder acudir así que habrá que buscar otros caminos.
Los más madrugadores salen de Bergua a punto mañana, a continuación salimos los que iremos andando. El tiempo no está muy seguro y este año no iremos por los viejos caminos por los que nos llevaron el año pasado,  ya que solo los que los patearon durante años son capaces de irlos encontrando sin perderse.
Se echa de menos las explicaciones de todos los montes por los que pasamos, las anécdotas que estos caminos vivieron, pero después de 4 horas y mojados como chuzos por las ramas divisamos Santa Orosia.
Es curioso que este día siga atrayendo a  gente tan diversa desde distintos puntos geográficos. Para entender este día hay que verlo desde una perspectiva social, cultural y antropológica junto con el contenido religioso que tiene para muchas personas.
La romería de Santa Orosia se sitúa en pleno solsticio de verano, en un momento clave del ciclo de la vida en la montaña. La religiosidad popular de la antigua sociedad rural tendía a mecanizar  los cultos a diversos santos acoplándolos a los estadios sucesivos de la vida humana, del ciclo agrario o pastoril.
En la sociedad tradicional pirenaica el tránsito de la muerte invernal a la vida primaveral o viceversa era un momento crítico que debía ser encauzado. De aquí el nacimiento de rituales como el carnaval o en este caso el festejo de lo ya conseguido con la llegada del solsticio de verano.
La Romería a Santa Orosia se ha visto trastocada respecto al siglo pasado, su esencia cambió a la par que desaparecía la sociedad rural que antaño la sustentaba.
Hasta la llegada del modelo industrial que desmoronó la sociedad rural que habitaba en estas montañas, la romería además de motivaciones religiosas cumplía unas funciones importantísimas. En el ámbito económico se ajustaba el precio de la lana, se examinaban las caballerías ajenas y se iniciaba algún trato, se practicaba el primer tanteo para buscar sirvientes o pastores para el invierno, se apalabraban matrimonios o servía a los jóvenes para iniciar noviazgos.

Actualmente se dan cita en la ermita antiguos romeros o sus descendientes, atraídos por el lado sentimental o nostálgico de lo que vivieron o les transmitieron, junto con una población más urbana atraída por lo folclórico y dispuesta a pasar un buen día en un entorno natural privilegiado.

Después de una mañana más centrada en lo religioso llega la comida y tras ella el turno de los brindis y la pastorada. Para mí sin duda es un momento especial y único que afortunadamente todavía podemos disfrutar en nuestras montañas. 


El dance de Yebra acompañado por el chicoten y el chiflo y la pastorada son dos valores añadidos a este día. Escuchar charrar en nuestra lengua  y la pervivencia de un instrumento como el salterio  ante la imposición de otros instrumentos y melodías lo hacen único.
Finalmente el tiempo nos ha acompañado, ya solo queda volver a recorrer los caminos del Sobrepuerto para regresar a Bergua.  

Solo dar las gracias a todos por este gran día!!!!!

viernes, 11 de julio de 2014

Guía del Sobrepuerto


El primer fin de semana de Julio se celebró la I Andada del Sobrepuerto. El objetivo de dicha andada era hacer un recorrido por los pueblos que conforman el Sobrepuerto y a la vuelta realizar la presentación de la nueva Guía.

La presentación del libro se realizó en Bergua, en la ermita de San Bartolomé restaurada en el año 2009. El libro es una ampliación de un libro guía anterior “Sobrepuerto Naturaleza en Silencio” y en su elaboración han participado autores como José María Satué, Adolfo Castán, Enrique Satué, José Miguel Navarro, Juan Carlos Ascaso, Ánchel Belmonte, Jesús Sánchez o Ricardo Blanco. En el libro se hace un repaso de la vida tradicional de Sobrepuerto, su patrimonio, la romería de  Santa Orosia, su fauna, flora y geología a la vez que pretende ser una guía de excursiones a pie y en bici.
El libro viene acompañado de numerosas fotografías antiguas, dibujos, croquis y mapas que son el reflejo de un gran trabajo por parte de muchas personas y que hacen de él un libro que merece la pena tener y leer.
Primera Guía del Sobrepuerto.
El domingo por la tarde una vez pasada la presentación y el trasiego de gente empezamos a ojear el libro. Una de las niñas del pueblo se sentó  a mi lado y comenzó a preguntarme por las fotos, lugares y personas que aparecen en él. Yo le empecé a explicar fotos en las que aparecen jóvenes del  pueblo cuando tenían su edad (entre ellas mi madre), de las nevadas que caían, comenzamos a hablar de muchas de las fotos y dibujos que aparecen en el libro… En ese momento me di cuenta que sin duda ella forma parte de esa vida del Sobrepuerto y que ella sabe mucho más  que yo lo dura que era la vida en esas montañas.
En muchas ocasiones hacemos mención de los niños que nacieron en Bergua y que ahora son adultos, de cómo vivían, cómo iban a la escuela… y se nos olvida que afortunadamente hay unos niños que han vuelto a nacer en Bergua y que han dado nuevamente vida a este pueblo (aunque mucha gente sigue insistiendo y trasmitiendo la idea de que todo el Sobrepuerto está deshabitado)
Bergua es un pueblo vivo sí,  pero sigue siendo difícil vivir en él. Aunque la gente es consciente, ha apostado por levantar nuevamente sus casas y reconstruir sus bordas, quizás por ello se merecen una mayor atención por parte de las instituciones y en especial del ayuntamiento al que pertenecen.
Espero que esta Guía sirva para que la gente conozca y respete un entorno único, que aprenda a valorarlo, que conozca una forma de vida y una sociedad rural que se extinguió y que fue la que convivió durante siglos en estas montañas. Pero también espero que esta Guía sirva para que la gente sepa que hay un pueblo del Sobrepuerto que está vivo, que sigue luchando por unos recursos mínimos, que no tiene cubiertas ni por asomo las necesidades básicas que tiene cualquier otro pueblo  y que al igual que ocurrió hace 40 años en este territorio,  se sienten olvidados y al margen de las instituciones.
Y es que ya me lo decían mis abuelos y ahora me lo dicen mis vecinos… es fácil y fascinante visitar y transitar por el Sobrepuerto, pero no es tan fácil forman parte de él en su día a día.
Volviendo a la presentación del libro (que me desbarró del tema a la primera que puedo), me gustó que la presentación del libro fuera en Bergua, me gustó que se acordarán del pueblo y  de la ermita para la celebración de este evento cultural. Creo que dio la oportunidad para que alguna gente borrara una imagen errónea de Bergua y conociera algunas de las historias del pasado ydel  presente que alberga nuestro pueblo.
Así que ahora…  a disfrutar del libro y a valorar este territorio


Prresentación del libro en la ermita de San Bartolomé. Bergua