Esta Ermita es uno de los centros de devoción mariana, más importantes del Río Vero. Se emplaza en las localidades de Buera y da nombre al municipio de Santa María de Dulcis que agrupa las localidades de Huerta de Vero y Buera.
La iglesia actual es del siglo XVII y sustituye a una románica. La sobriedad exterior contrasta con su riqueza decorativa del interior.
Junto al santuario había una casa en la que vivían el prior y los capellanes. Contaba con cuatro plantas, varias habitaciones, un aljibe, bodega, lagar, horno de pan, cuadras... en definitiva con todo lo necesario para albergar a los peregrinos que acudían aquí, a pedir por sus vidas y por sus almas.
Antaño se contaban por cientos y miles, los peregrinos que acudían a la Romería en septiembre. Tantos eran los romeros que los vecinos de Buera tuvieron que pedir al Obispo que les permitiera cambiar la fecha de la romería a mayo, porque lo peregrinos se comían las uvas de las vides del camino, que eran el único sustento de las gentes de la zona.
Desde hace muchos años se trae aquí a los recién nacidos para untarles la lengua con aceite de la lámpara de la Virgen, y así conseguir que sean locuaces cuando lleguen a adultos.
En siglos pasados fue frecuente, que en épocas de sequía, se trasladará la imagen de Santa María de Dulcis en procesión para obtener del cielo el beneficio de la lluvia.
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